Ídolo de Kolkuth
El Ídolo de Kolkuth es una pequeña estatuilla forjada en latón, de apenas treinta centímetros de altura, que representa a un ser humanoide con rostro bestial entronizado.
Descripción
El ídolo tiene la capacidad de alterar el espacio y el tiempo, lo que permite a su usuario poder teletransportarse a cualquier lugar, aunque no es un experiencia agradable y no llega a ser tan preciso como al usuario le gustaría. Aquellos con capacidades mágicas más desarrolladas pueden emplear el ídolo para crear dimensiones alternativas separadas de la realidad.
El Ídolo de Kolkuth pertenecía a Eradorius, uno de los Hechiceros del Caos que había capturado al demonio Tz’arkan. Eradorius fue el primero en percibir el peligro de los dones del demonio, por lo que huyó y buscó refugio a la pequeña isla Morhaut en los mares septentrionales al norte de Naggaroth, azotados por tempestades, donde edificó una torre en la que ocultarse. Empleando los poderes del ídolo, separó la isla de la realidad y creó un laberinto mágico dentro de la torre, esperando burlar la venganza del demonio. Sin embargo, tal era su paranoia que creó un laberinto tan sumamente complejo que él mismo quedó atrapado y murió.
El Ídolo de Kolkuth fue recuperado siglos más tarde por Malus Darkblade, un Elfo Oscuro que fue poseído por el propio Tz’arkan. El druchii había conseguido invadir la isla y superar los peligros del laberinto. Al hacerse con el talismán, la magia que envolvía a la isla dejó de hacer efecto. El ídolo se perdió bajo los escombros del Templo de Tz’arkan cuando este se desmoronó tras el combate entre Malus y el demonio.
Fuentes consultadas
Saga Las Crónicas de Malus Darkblade: Tormenta de Sangre, por Dan Abnett y Mike Lee.
Cap. 7: El altar de los perdidos.
- Cap. 26: El ídolo de Kolkuth.
- Saga Las Crónicas de Malus Darkblade: El Señor de la Destrucción, por Dan Abnett y Mike Lee.
Cap. 25: El fin de los tiempos.
Atribución
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